EL DESCANSO DEL GUERRERO
Por Josema Beza
Ya hace casi un mes de la celebración
de la tercera edición del Festival de Fantasía de Fuenlabrada #FF3.
Ha pasado el tiempo prudencial para echar un vistazo atrás, asumir
lo que allí aconteció y dedicar unas palabras a esa increíble
experiencia vivida.
Tuve la fortuna de que me incluyeran
como parte de la organización en calidad de voluntario y moderador.
En realidad, he participado en todas las ediciones de este evento y
he sido partícipe de su nacimiento, evolución y consagración. Se
ha recorrido un largo camino y 2015 ha sido la llegada a la primera
meta volante. Pero no adelantemos conclusiones y permitidme que me
centre en cómo he vivido este pasado evento.
Esta edición iba a presentar cambios
en la organización, reflejados en la parrilla de contenidos,
permitiendo una reafirmación de su esencia y espíritu. En las
anteriores ediciones hubo muchas cosas buenas y algunas a mejorar y,
como la experiencia es un grado, había altas expectativas sobre esta
nueva etapa. Así es como llegué al mismo viernes 17 de Abril. Era
el momento de enfrentarme a este nuevo reto.
Nada más llegar a las instalaciones,
pude comprobar que todo lo que había imaginado apenas llegaba a
acercarse a la que habían montado. Lo primero fue la carpa, situada
frente al Espacio Joven La Plaza. Se había reconfigurado permitiendo
un espacio más centrado en los artistas, artesanos y libreros.
Además, existía una zona bien diferenciada para actividades al aire
libre. Principalmente destinada a los más peques, ese espacio
reservado prometía horas y horas de diversión a las próximas
generaciones fantásticas. Tras comprobar la de horas (y dinero) que
podía gastar en ese maldito y atrayente Mercado Troll, decidí
presentarme en la mesa de admisión y recoger mis credenciales. Allí
me encontré con Sara y Ángel (El Bunker Z), Jesús Mesado, otro
amigo y colaborador del programa de radio, y dos de las personas que
han sido gran parte del alma de este proyecto: Abel Murillo y Maria
José Lillo. Por supuesto, tras unos saludos cariñosos me pusieron
al día rápidamente y me di mi primera vuelta por las salas. Subir a
la primera planta fue toda una experiencia, El Pasillo de la Nostromo
¡Menudo currazo! Te transportaba a un viaje interestelar con sus
ventanas con vistas al espacio, ese sonido de fondo, el maldito gato,
humo,… parecía como si formaras parte de una locura enorme, como
si hubieras atravesado el espejo y solo pudieras vivir maravillas. Y
esto solo acababa de empezar.
Tras reponerme de esa visión, subimos
a la zona de rol y comprobamos que todo comenzaba a arrancar con
gente. Apenas habíamos arrancado el Festival y ya había bastante
gente por los alrededores curioseando y preguntando sobre las
actividades.
Esa misma tarde pasé varios turnos en
la mesa de inscripción y deambulando por el Mercado Troll. Los
nervios comenzaron a aflorar cuando se acercaba la hora de mi primera
mesa: Nuevos talentos. Lo malo es que coincidía con la moderaban mis
amigos del Bunker Z sobre cine, pero es lo malo de una más que
interesante parrilla de contenidos. Respecto a mi primera mesa, todo
fue genial. El ritmo, la interacción de los autores,… compartimos
nuestros miedos, proyectos y experiencias. Al finalizar la misma, nos
intercambiamos correos y es que de estos eventos siempre salen muchos
proyectos, y es una parte que me encanta del #FFF.
Tras esta mesa y después de una semana
muy dura, me tuve que retirar a recuperar fuerzas porque, si bien no
se esperaba tanta gente el viernes, las previsiones para ese día se
habían desbordado. Esto era un aviso de lo que nos podría esperar
el sábado, el día grande.
Y llegó el sábado, centenares de
personas esperaban que todo comenzara y eso era el primer síntoma de
que esta edición iba a trascender. Todo el equipo funcionaba
sincronizado y se veía que teníamos muchas ganas. El Rol comenzó
con fuerza y rápidamente se cubrieron todas las mesas. Los
contenidos iban atrayendo a más y más personas. Muy destacable las
visitas guiadas por la obra de Carlos Pacheco realizadas por él
mismo. Las charlas y talleres se llenaron y no paraban de llegar más
y más personas. Grupos de amigos, familias al completo,… era un
torrente humano que no cesaba. La ilusión se veía como saltaba de
los ojos de los padres a sus hijos.
Me quiero detener un instante para
hablar de la Legión 501 que siempre estaban dispuesto a una foto,
una sonrisa, interactuando con todos los asistentes que se
aproximaban a ellos, incansables. Del mismo modos ese par de
Predators y un Alien. Todo iba viento en popa. Se aproximaba uno de
los momentos cumbres, el desfile de la Legión. Ahí toda previsión
se quedó corta. Las calles se llenaron durante todo el recorrido y
la plaza donde se concentraba el final del desfile, entre la Carpa y
El Espacio Joven, se desbordó ¡Jamás vi tanta gente reunida en ese
espacio! No cabía ni un alfiler. Esa parte me la perdí, en realidad
estaba de portero en los camerinos que usaban los customizados
miembros de la Legión 501 y los Predators/Alien. Era necesario
evitar que cualquier asistente perdido acabara en esa zona. Fue una
pena no vivirlo pero es lo que tiene pertenecer a la organización,
no siempre podemos estar todos en los momentos más impresionantes
del evento.
Tras ese subidón, se acercaba mi otra
mesa. Estaba especialmente nervioso por los componentes de la misma.
Nunca me había enfrentado a nombres de ese calado y quería hacerlo
bien. En el momento en el que terminaron un maravilloso
desfile/concurso de cosplay, comenzaba mi mesa. En cuanto se inició,
los nervios desaparecieron y me zambullí durante algo más de una
hora en un momento genial. La disfruté muchísimo y, aunque el
mensaje no era tan optimista como mu hubiera gustado, diseccionamos
el panorama actual. Siempre es un placer hablar de fantasía y
escuchar muchos puntos de vista diferenciados. El festival estaba
dando sus últimos coletazos.
Antes de enfrentarme a esta recta
final, quiero detenerme en unas personas que fueron la base de todo
el festival y que, sin ellos no hubiera sido posible. No es que no me
haya acordado de ellos hasta este momento, es que quería que
tuvieran un sitio especial en estas líneas. Por supuesto hablo de
Edu y todo el equipo de técnicos de la Concejalía de Juventud de
Fuenlabrada. Eran como entes semivisibles. Estaban en todos lados y
nunca daban muestras de desfallecimiento. Cuando cualquiera de
nosotros flaqueaba, veías la inquebrantable seguridad, las ganas que
desprendían y las fuerzas renacían. Desde este espacio quiero
agradecerles haber sido parte de ese equipo durante unas horas pues
ha sido una experiencia vital increíble.
Como broche de oro, un programa
especial del Bunker Z, pero se inició con sorpresa. Los cracks de
Menudo Castillo nos dieron una enorme sorpresa que no estaba en la
parrilla de contenidos. Realizaron una entrevista a Juan De Dios
Garduño que disfruté como un niño. Perspicaces y mostrando que
llevan mucho recorrido y haciéndonos pensar en que llegarán tan
lejos como ellas quieran. Entonces sí, comenzó el Bunker Z. El
relax, por mi parte, ya era total. Me tiré en una mesa junto a mi
gran amigo Javier Pastor, a disfrutar y apuntar preguntas para
pasárselas a Ángel y Sara. Ese par de horas era mi triunfo final o
eso creía yo.
Para ir cerrando este pequeño
artículo, es necesaria una explicación sobre su título. ¿Por qué
el descanso del guerrero? Justamente por lo que aconteció durante
unos de los descansos del programa del Bunker. Mientras las notas de
Duendelirium llenaban un ambiente distendido y relajado, Maria José
Lillo vino a buscarme y me hizo que la acompañara a la trastienda
del Espacio Joven. Cuando entré, pude ver a los técnicos de la
concejalía bromeando entre ellos y a mi gran amigo Abel esperándome
con una sonrisa en los labios. Me senté un momento con ellos y
tuvieron un regalo muy especial para mi. Durante esos momentos y
compartiéndolos con Abel, Marijose y el resto de los incansables
técnicos, noté una comunión increíble. Ese fue el descanso del
guerrero. Tras una batalla cruenta y no exenta de momentos difíciles,
ese instante de compañerismo y reconocimiento, fue una de las cosas
más indescriptibles que he podido disfrutar.
Para cerrar este pequeño resumen de mi
paso por el Festival de Fantasía de Fuenlabrada, se trató de un
evento tristemente irrepetible…eso sí, las ganas de volver a
perderme en una cuarta edición son aun mayores de las que tenía
para hacer el #FF4 aun más grande si cabe. Si alguien aun no ha
estado en ninguna edición, es una lástima que haya sido así pero
hay que ponerle remedio pronto. Allí os estaremos esperando con mil
Fantasías que compartir.
Josema Beza
es el administrador de Los Octaedriles
y autor de Delirios de Acterateuim
El Bunker
Los lunes de 17.00 a 18.30 en Radio Ritmo Getafe y siempre en el podcast. Cosas que molan en La Trastienda Z
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